Un peligro oculto en casi todas las cocinas

La salud tiene un puesto muy importante entre las preocupaciones de la sociedad actual. Vivir de forma saludable y respetuosa con el medio ambiente está a la orden del día. Pero existe un peligro oculto en casi todas las cocinas que quizás desconozcas.

Esta amenaza oculta es el plomo y es más común de lo que piensas.

La olla lenta como parte de la cultura pop

En las cocinas de Estados Unidos las ollas de cocción lenta alcanzaron una gran popularidad en la década de los 70. Su éxito fue tal que era rara la cocina que no contaba con alguna olla lenta eléctrica entre sus electrodomésticos.

Lo cierto es que esa forma de cocinar encajaba perfectamente en un estilo de vida ocupado y que empezaba a preocuparse por la salud.

Tener una comida caliente y llena de nutrientes al final del día esperando en casa tras una larga jornada laboral encajaba perfectamente en el estilo de vida estadounidense.

Y aunque hace ya varias décadas desde que este tipo de ollas empezó a utilizarse, en nuestros días ha experimentado un auge en popularidad y en uso, llegando a colocarse nuevamente como uno de los pequeños electrodomésticos más vendidos.

Los principales motivos de que la cocina mediante olla de cocción lenta siga de vanguardia es que cocinar de forma lenta y a baja temperatura en una cámara sellada mantiene la humedad y conserva todos los nutrientes de los alimentos.

Esta forma de cocinar también ayuda a prevenir la formación de compuestos cancerígenos en los alimentos y que en parte son resultado de la oxidación de los lípidos y las aminas heterocíclicas que surgen al cocinar determinadas grasas a altas temperaturas.

Pero no todos son buenas noticias. Las ollas de cocción lenta (y muchos otros utensilios de cocina) pueden esconder un peligro que afecta negativamente a todo lo que cocinemos en ella.

comida quemada en una sarten

El peligro del plomo

El plomo es un metal pesado neurotóxico y un veneno sistémico que afecta a todos los órganos del cuerpo. El plomo, si es ingerido, se va acumulando en el organismo y afecta a distintos sistemas como el cerebro, hígado, riñones y huesos. Sus efectos suelen ser especialmente graves en niños de corta edad.

No importa la cantidad de plomo ingerida ni nuestro peso o tamaño. Según los médicos, ninguna cantidad de plomo ingerida es segura. Esto se debe en gran medida a que la exposición al plomo es acumulativa a lo largo del tiempo.

Algunos de los efectos que están asociados a la ingesta de plomo en los alimentos son:

  • Problemas de aprendizaje
  • Retrasos en el desarrollo
  • Un coeficiente intelectual por debajo de la media

Todos estos efectos negativos se ven agravados por el hecho de que el plomo es un enemigo silencioso que no da signos de existencia hasta que su acumulación en el cuerpo ya es un problema.

utensilios de cocina de la decada de los 70

¿Tu olla de cocción lenta tiene plomo?

En la primera década del siglo 21 un 20% de las ollas de cocción lenta que se usaban habitualmente en las cocinas filtraban cantidades significativas de plomo en los alimentos según aportaron los datos de un interesante estudio.

El plomo puede encontrarse en el esmaltado de la cubeta y de forma natural en la arcilla o en la cerámica.
Tan solo con cocinar a una temperatura a 30º C puede provocar una liberación de plomo en los alimentos.

¿Podemos cocinar 100% libre de plomo? Lo cierto es que es muy complicado, pero sí que se puede cocinar dentro de unos niveles seguros para nuestra salud.

Para ello, tan solo debemos fijarnos en que nuestros electrodomésticos y utensilios de cocina cumplan con la normativa FDA en Estados Unidos.

Este datos y otros detalles de seguridad de producto descritos por parte del fabricante podemos encontrarlos en los detalles de la ficha del producto si por ejemplo lo compramos en Amazon.