Los recientes cambios en el precio de la energía eléctrica puede ser que te traigan de cabeza. Pero no temas, no es tan malo como a priori puedes llegar a pensar.
Siguiendo estos 5 trucos puedes ahorrar en la factura de la luz adoptando hábitos responsables que te ayudarán a ahorrarte unos cuantos euros a la vez que reduces tu huella de carbono.
Nuevos tramos horarios
Desde el 1 de Junio de este 2021 ha cambiado lo que pagamos por el consumo de electricidad y nos da a los consumidores más poder para ahorrar en nuestra factura eléctrica.
Uno de los mayores cambios implementados es la discriminación horaria para todos los clientes de la red eléctrica, sin importar si son particulares o empresas.
El precio de la electricidad con esta reforma de las tarifas aumentará en aquellas horas en las que hay más demanda. Por el contrario, alcanzará su precio más bajo en aquellas horas llamadas valle.
Estos cambios en el precio de la luz tienen dos objetivos directos:
- Promover buenos hábitos de consumo
- Reducir la contaminación
Con la nueva tarifa eléctrica tenemos 3 franjas horarias:
- Hora punta: esta franja comprende desde las 10:00 hasta las 14:00 y desde las 18:00 hasta las 22:00. En este tramo la electricidad alcanza su precio más alto por lo que es recomendable usar solo lo imprescindible
- Tramo llano: esta franja está comprendida por las horas de 8:00 a 10:00, 14:00 a 18:00 y 22:00 a 24:00. La luz en estas horas tiene un precio medio
- Horas valle: aquí nos encontramos con el precio por kW más barato. Estas horas son de lunes a viernes de 0:00 a 8:00 y el fin de semana (sábado y domingo) las 24 horas
Por otro lado, aunque en ciertas horas del día el precio de la electricidad es bastante mayor, las tarifas fijas por el consumo han bajado su precio. El resultado es que si tenemos conciencia ahorradora e implementamos buenos hábitos en nuestro día a día podemos llegar a reducir bastante el importe de la factura de la luz.
Consejos para gastar menos luz
Uno de los lugares de la casa donde se hace un mayor gasto de electricidad sin duda es la cocina. El horno, microondas, vitro, etc. son unos grandes devoradores de energía.
Pero hay formas de disminuir el gasto eléctrico sin tener que renunciar a comer rico y sano. A continuación te dejo 5 trucos para ahorrar electricidad en la cocina sin que el sabor de tus platos se vea resentido.
1. Cocina por la noche
Una buena forma de ahorrar electricidad en la cocina es cocinar en horas valle. El principal problema es que si madrugas a esas horas no te apetezca ponerte a preparar un potaje de habichuelas, ¿o quizás si?
En la actualidad existen electrodomésticos que cocinan por nosotros y además en muchos casos son programables, aunque es una función que se puede implementar fácilmente con un adaptador de enchufe programable o incluso un enchufe inteligente.
Uno de estos electrodomésticos son las ollas de cocción lentas o como se las suele llamar popularmente, las Crock Pot.
Estas ollas lentas te permiten cocinar multitud de recetas de forma totalmente desatendida.
La cocción lenta durante varias horas hacen que sean un pequeño electrodoméstico ideal para dejarla conectada por la noche. Y su consumo eléctrico es mucho menor del que puedas imaginar.
Y lo mejor de todo es que darás a tus platos un sabor y una textura que probablemente ya hayas olvidado.
Si quieres aprender más sobre las ollas de cocción lenta y los beneficios que pueden aportar a tu dieta y a la factura de la luz encontrarás toda la información que necesitas en los siguientes apartados:
2. Cuida de tus electrodomésticos
Una forma de disminuir el consumo eléctrico en la cocina es perder malas costumbres, como por ejemplo abrir el horno para ver qué tal va el asado, o dejar el frigo o congelador abierto mientras sacamos la compra de la bolsa.
Estos gestos en apariencia sin importancia hace que estos electrodomésticos pierdan la temperatura que durante mucho tiempo han tardado en alcanzar, teniendo que llegar de nuevo a ese punto con el consiguiente gasto eléctrico.
Además es recomendable tener limpios los electrodomésticos para que todo funcione correctamente. Limpiar el frigorífico descongelándolo completamente al menos una vez al año alargará su vida útil y su eficiencia.
3. Tapa ollas y sartenes mientras cocinas
Si estás cocinando en la vitrocerámica, tus ollas, cazuelas y sartenes alcanzarán la temperatura deseada más rápidamente si las tapas.
Y no sólo alcanzará la temperatura en menos tiempo, sino que si usas una tapa evitarás descensos bruscos de calor en tus platos.
4. Aprovecha el calor residual
El horno y la vitrocerámica son electrodomésticos que no pierden el calor de forma inmediata. Desde que los apagas pasa mucho rato en los que la temperatura va disminuyendo gradualmente.
Este calor que se mantiene recibe el nombre de calor residual, y es ideal para dar un último toque a tus recetas. Por ejemplo, puedes usar los 10 últimos de calor residual para dorar el asado que estás preparando.
5. Desconecta los electrodomésticos que no uses
Un acto que puede ayudarnos a reducir nuestro consumo eléctrico es tan sencillo como desconectar los electrodomésticos que no usamos.
Desde hace tiempo somos conscientes de que el modo «stand by» que presentan muchos aparatos eléctricos supone un consumo eléctrico que, aunque pequeño, suma en el total de la factura.
Un sencillo gesto como desconectar el enchufe o apagar el interruptor de la regleta puede suponer un hábito que con el paso del tiempo quedará reflejado en nuestra factura de la luz.
Piensa que estás ayudando al planeta
Todos estos trucos para ahorrar en nuestro consumo no solo tienen una repercusión en tu bolsillo, sino que también lo tienen en tu huella de carbono.
En este último caso, el mayor beneficiario no es tu cuenta bancaria, sino que lo es el planeta Tierra. El lugar donde vives y donde lo harán tus hijos.
Si todos adoptamos una conciencia ecológica y más respetuosa con el medio ambiente la emisión de gases contaminantes disminuirán y el aire que respiramos será más puro y saludable.
Pequeños gestos que pueden cambiar más de una vida.